El tuit que lo cambió todo: así empezó la guerra digital entre Elon Musk y Donald Trump
La ruptura entre el presidente y el magnate tecnológico desata una tormenta política y económica, que pocos vieron venir
Lo que comenzó como una alianza entre dos titanes del poder, ha terminado en un duelo público digno de una película de vaqueros de mediados del siglo XX. El detonante ha sido el One Big Beautiful Bill, un proyecto de ley que podría añadir más de 2.000 millones de euros al déficit del país en una década. Elon Musk, quien había sido director del Departamento de Eficiencia Gubernamental y uno de los personajes clave en la campaña de Donald Trump, calificó el proyecto como la Ley Grande Fea y es aquí donde la tormenta se desató de inmediato.
El fin del "bromance" entre Elon Musk y Donald Trump
Donad Trump, en respuesta, afirmó que Elon estaba molesto por la eliminación de subsidios a vehículos eléctricos en el proyecto y sugirió que el empresario sufría de síndrome de trastorno por Trump. Además, amenazó con cancelar contratos gubernamentales con las empresas del magnate sudafricano, lo que provocó una caída del 15% en las acciones de Tesla.
La disputa escaló rápidamente en redes sociales. Elon publicó antiguos tuits de Trump criticando el déficit, insinuó que el presidente aparecía en los archivos de Jeffrey Epstein y propuso la creación de un nuevo partido político que represente al 80% del centro. Donald Trump, por su parte, acusó al empresario de ser ingrato y de haber perdido el rumbo tras dejar la administración.
The Big Ugly Bill will INCREASE the deficit to $2.5 trillion! https://t.co/jEMS6coT3V
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
Aunque Elon intentó suavizar el tono de sus declaraciones, la relación entre ambos parece irreparable. Este enfrentamiento no solo revela las tensiones entre intereses empresariales y políticos, sino que también podría reconfigurar el panorama político estadounidense, con Elon Musk alejándose del eje MAGA y explorando nuevas vías de influencia.
En resumen, lo que fue una colaboración estratégica hace unos meses se ha acabado transformando en una confrontación que podría tener consecuencias significativas para la política y la economía de Estados Unidos. Mientras tanto, los efectos colaterales no se han hecho esperar: inversores nerviosos, una Casa Blanca con las uñas afiladas y analistas tratando de anticipar los próximos movimientos de dos de los egos más importantes de Estados Unidos.
Lo que empezó siendo un cruce de declaraciones sobre una ley fiscal, ha ido escalando en tensión hasta convertirse en una lucha por el relato, el poder y la narrativa pública. Porque en el tablero de la política estadounidense, las alianzas no duran para siempre, pero los enfrentamientos sí dejan cicatrices. Y cuidado con el futuro de Elon Musk y sus compañías. Primer aviso.
